Una de las premisas de la campaña era encontrar referentes positivos dentro de la propia comunidad cuir, y por eso invitamos rostros que mostraran la plenitud que se siente cuando se ha emprendido el camino de la liberación, enfrentando los prejuicios, incluso los internalizados, para alcanzar una comunión entre la sexualidad y la fe.
¡Conoce a esta gente hermosa que comparte su espiritualidad con nosotres!

Luis Pérez Martinto pasó momentos difíciles dentro de la iglesia siendo un hombre homosexual, sin embargo, a sus 78 años no tiene ninguna duda de que Dios lo ama y lo bendice.
Nos recuerda que Jesús dijo: «Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia».
Andrea Rebull fue la primera mujer trans bautizada en Cuba mientras expresaba abiertamente su identidad de género.
Cuenta que la primera vez que entró a la Iglesia de la Comunidad Metropolitana en Cuba se sintió cohibida porque nunca había ido a una iglesia, pero poco a poco fue encontrando una comunidad que la acogió amorosamente y que, gracias a ella, se ha hecho más consciente de su misión.


Yuliet Teresa VP asegura que siempre ha sentido el amor de Dios.
«He vivido mi sexualidad a plenitud en Cristo desde que entendí que yo soy su hija y en mí tiene complacencia».
Yordan Morales es un joven matancero, también de ICM, que nos cuenta:
“Desde que me reconocí como hombre gay cristiano ha cambiado mi manera de pensar. Vivo mi sexualidad rodeado del amor de muchas personas y de mi familia, por lo que no me he sentido excluido o rechazado. ¡Me siento orgulloso de ser creación de Dios! ¡Cambiemos nuestra manera de pensar, para que cambie nuestra manera de vivir!»


Yuniel Doble Ponce es un talentoso joven matancero, autor e intérprete de la canción de la campaña.
Él nos dice: 🎶Cristo ama mis colores porque creo en su amor, somos parte de la obra perfecta para la salvación🎶
Yivi Cruz es pastora de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM) y vive plenamente su sexualidad como mujer lesbiana.
Ella dice que: “Como cristiana me siento querida y amada por Dios y nunca he sentido su rechazo. Tengamos la seguridad de que donde existe amor, no hay temor. Dios nos ama a todxs sin distinciones”.







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